Integración de la perspectiva de género en proyectos y programas de desarrollo.
Despatriarcalización en el proceso de cambio
Antes de hablar de género y su incorporación en proyectos y programas de desarrollo, es fundamental reflexionar de la igual de género como un concepto clave en la Declaración Universal de los Derechos Humanos de las Naciones Unidas; el cual otorga a las personas igualdad en términos legales y sociales; al ser éste vinculante a todas las naciones y por su naturaleza primordial, es establecido como un principio que debe inspirar el resto de los derechos fundamentales. Por tanto, el enfoque de género se convierte en un fundamento básico en temas de planificación de la educación, economía, política y sociedad y en un tema transversal para disminuir la pobreza.
La ciencia de la antropología define al patriarcado como un fenómeno de distribución desigual de poder entre hombres y mujeres, en la que varones tienen especiales privilegios en una o varias facetas. Su privilegio a determinar líneas de descendencia, un tipo de filiación por descendencia patrilineal y apellido paterno, su prioridad a otorgación de herencia, participación en espacios públicos y finalmente, la facultad de estatus a las distintas ocupaciones de hombres y mujeres determinadas por la división sexual del trabajo.
…”la manifestación e institucionalización del dominio masculino sobre las mujeres y niños/as de la familia y la ampliación de ese dominio sobre las mujeres y niños/as de la familia y la ampliación de ese dominio sobre las mujeres en la sociedad en general”.
Son muchas las causas que originan una situación de desigualdad de género, lo que promueve a un estado de patriarcado. Algunos ejemplos pueden ser la 1) falta de autonomía económica; ausencia de ingresos o ingresos bajos, trabajos inestables que afectan la autonomía de una mujer, 2) División del trabajo por sexo, es decir, las mujeres cargan con mayores responsabilidades no remuneradas (trabajo doméstico y cuidado de personas), 3) Predominio de hombres en puestos jerárquicos en el trabajo y las mujeres asumen puestos de bajo perfil; aspecto que impacta en sus salarios, 4) El techo de cristal que impide a las mujeres llegar a puestos de decisión, 5) Violencia doméstica, acoso sexual y violación: A pesar de la igualdad jurídica legal de las mujeres en muchos países, siguen existiendo numerosos casos de violencia doméstica, acoso sexual y violación; 6) el escaso respeto de los derechos sexuales y reproductivos de las mujeres.
De igual manera, el patriarcado es concebido como un sistema de relaciones de poder inspirado en el poder masculino, sobreestimado. Este fenómeno se basó en el colonialismo del siglo XVI. Hoy en día este tema es materia de políticas públicas. Es la desestabilización de relaciones de dominio y de ejercicio de poder
Es la transgresión de las reglas sociales, culturales, religiosas, normativas y políticas patriarcales que tienen la misión de eternizar el cautiverio de las mujeres
Por otro lado, la “despatriarcalización” es la desestructuración de la orden patriarcal y la eliminación de patrones culturales y estereotipos discriminatorios que se manifiestan en las relaciones de poder entre mujeres y hombres. En ese sentido, se debe fomentar la redistribución del trabajo doméstico y el cuidado de la familia, como una responsabilidad familiar, colectiva y pública y reconocer a las mujeres como actores principales y con identidad.
Este nuevo enfoque, libre de discriminación, permitirá ahondar el camino para la construcción de proyectos de desarrollo efectivos, con alta participación de talento y potencial humano, tanto de hombres como mujeres.
El patriarcado puede definirse como un sistema de relaciones sociales sexo–políticas basadas en diferentes instituciones públicas y privadas y en la solidaridad interclases e intragénero instaurado por los varones, quienes como grupo social y en forma individual y colectiva, oprimen a las mujeres también en forma individual y colectiva y se apropian de su fuerza productiva y reproductiva, de sus cuerpos y sus productos, ya sea con medios pacíficos o mediante el uso de la violencia
Bibliografía de consulta:
Viaña, J., (2010), "Conexiones entre el paradigma del Vivir Bien y los derechos de las mujeres", Fundación Colectivo Cabildeo – AWID, 2010.
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Colectivo Cabildeo, Marta Lanza y Raquel Romeo (2010).
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De la Cruz, C. (1998). Los indicadores. (p. 68). Guía metodológica para integrar la perspectiva de género en proyectos y programas de desarrollo. País Vasco, España: EMAKUNDE/Instituto Vasco de la Mujer.
Ibernagaray, J. (2012). Entre el discurso y la práctica: Dilemas de despatriarcalización en el proceso de cambio. (p. 143) Mujeres en diálogo: Avanzando hacia la
despatriarcalización en Bolivia. Carmen
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