¿Igualdad o equidad?
Aunque ambos son conceptos distintos, equidad e igualdad estan estrechamente relacionados. Equidad implica un principio ético en la igualdad. La equidad plantea tiene en cuenta las diferencias existentes entre personas y grupos. En palabras de la extraordinaria Amelia Valcárcel «la igualdad es ética y la equidad es política».
La “Convención sobre la eliminación de todas las formas de discriminación contra la mujer” (Asamblea General de las Naciones Unidas, 1979, ratificada por España en 1983) o “Conferencias mundiales” monográficas (Nairobi 1985; Beijing 1995), además de un principio fundamental del Derecho Comunitario en la Unión Europea y un principio constitucional expresan la igualdad de género como un principio jurídico universal, reconocido por derechos humanos.
Todos somos iguales en derechos y oportunidades, ese es el concepto de igualdad de género. Sin embargo, el hecho real (no ideal) es que, a pesar de tener las mismas oportunidades, estas dependen del contexto social, económico, étnico, político y cultural de cada persona.
Por equidad de género se refiere al trato imparcial entre mujeres y hombres, segun sus propias necesidades, ya sea con un trato equitativo o con uno diferenciado pero que se considera equivalente en lo que se refiere a los derechos, los beneficios, las obligaciones y las posibilidades. En el ámbito del desarrollo, por ejemplo, el objetivo de lograr la equidad de género, a menudo exige la incorporación de medidas específicas para compensar las desventajas históricas y sociales que arrastran las mujeres. Por ejemplo, en algunos institutos políticos se generan las llamadas cuotas de género en la estructura de toma de decisiones, que garantizan un número mínimo de participación de mujeres con lo que se trata promover la participación de éstas y eso no es injusto para otros hombres que también quisieran estar en la estructura de toma de decisiones, sino que obedece a una cuestión de desventaja histórica de las mujeres en la participación política.
Ciertamente, la igualdad de género es positiva, pero para que ésta dé resultado, se debe tomar en cuenta la equidad de género, tomando como punto de partida las diferencias existentes en los distintos grupos de la sociedad y la creación de condiciones para que estas diferencias no impidan que se tenga acceso a las mismas oportunidades de desarrollo económico, personal, político, etc.
Por esta razón se debe tomar en cuenta las condiciones diferentes de las que parten mujeres y hombres y plantear, desde la perspectiva de equidad de género, opciones para que ambos puedan desarrollarse de igual forma con las mismas oportunidades.
De acuerdo con la ONU, la: “Igualdad entre los géneros implica igualdad en todos los niveles de la educación y en todos los ámbitos de trabajo, el control equitativo de los recursos y una representación igual en la vida pública y política.”
Bibliografía consultada:
Dirección de Planificación e Inversión. (2011). Herramienta 2: Análisis de Actores involucrados con enfoque de género. (p.11). Guía metodológica para la transversalización de los enfoques de interculturalidad y género en la formulación de los proyectos. Ministerio del Ambiente: Ecuador.
Kideitu. (2007). El principio de igualdad de mujeres y hombres en el empleo. (p.11). Guía para la incorporación del enfoque de género en los proyectos de empleo y formación. Aprendiendo de la experiencia
EQUAL. Gobierno Vasco, España: Emakunde, Instituto Vasco de la Mujer como entidad coordinadora de la
Agrupación de Desarrollo “Red Kideitu”.
GEF. (2009). Incorporación de las cuestiones de género en el FMAM. Washington, EEUU: Fondo para el Medio Ambiente Mundial
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