El enfoque de género, dentro de un proyecto o programa de desarrollo, tiene como punto de entrada en el ciclo del proyecto; su propósito es integrar e incluir inquietudes de género dentro del ciclo y asegurar que las intervenciones del desarrollo sean sensibles al tema de género. Asimismo, pretende identificar las necesidades de datos para la transversalización del enfoque de género e indicadores sensibles al género.
La incorporación del enfoque de género, en todas las estrategias del desarrollo es imprescindible si se desea lograr la justicia social y la eficacia de la labor de desarrollo.
La importancia de la función económica y social que desempeñan las mujeres en los países en vías de desarrollo, a pesar de los condicionamientos a los que están sometidas por razón de sexo, lo que limita la eficacia de su labor y reduce los beneficios para el conjunto de la sociedad, ha llevado a plantear como indispensable la participación plena de las mujeres con el fin de que el desarrollo sea duradero y efectivo.
“Por ello, si no se introduce la dimensión de género en el desarrollo, se pone en peligro el propio desarrollo si las estrategias encaminadas a reducir la pobreza no potencian a las mujeres no lograrán beneficiar a toda la sociedad". -Informe sobre Desarrollo Humano, PNUD, 1997.
Es importante destacar la palabra sexo que hace referencia a la descripción de la diferencia biológica entre mujeres y hombres y no determina necesariamente los comportamientos. En cambio, el concepto género designa lo que en cada sociedad se atribuye a cada uno de los sexos, es decir, se refiere a la construcción social de ser mujer u hombre, a la interrelacion entre ambos y las diferentes relaciones de poder/subordinación en que estas interrelaciones se presentan. (OXFAM, 1997).
“Los sistemas sexo-genero son los conjuntos de prácticas, símbolos, representaciones, normas y valores sociales que las sociedades elaboran a partir de las diferencias sexuales”. (De Barbieri, 1992).
Este sistema ha determinado tanto la posición social diferenciada para mujeres y hombres como las relaciones desiguales entre ambos. El Sistema Sexo-Género históricamente ha genera- do una situación de discriminación y marginación de las mujeres en los aspectos económicos, políticos, sociales y culturales, así como en los ámbitos público y privado, estableciendo muy clara y diferenciadamente la intervención de los hombres en la esfera productiva y de las mujeres en la reproductiva.
Esta posición social diferenciada se construye a partir de la asignación de papeles, espacios, características e identidades diferentes para cada persona, en razón de su sexo biológico, lo que da como resultado una situación diferenciada (en términos de derechos, valores, oportunidades) y un código complejo que organiza y regula las relaciones entre los sexos.
Bibliografía consultada:
Plan de acción de la UNESCO para la prioridad “igualdad de género”
Kideitu. (2007). Pautas y pistas para la incorporación del enfoque de género en cada fase del ciclo de proyecto. (p. 27). Guía para la incorporación del enfoque de género en los proyectos de empleo y formación. Aprendiendo de la experiencia
EQUAL. Gobierno Vasco, España:
Emakunde, Instituto Vasco de la Mujer como entidad coordinadora de la
Agrupación de Desarrollo “Red Kideitu”.
UNESCO. (2013). Gran Programa V:
Comunicación e Información. (p. 48). Plan de acción de la UNESCO para la prioridad “igualdad de género” – 2014–2021. Paris, Francia: Organización de las Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.